Será requisito indispensable el que cada centro tome las medidas necesarias para que se provea un ambiente seguro en donde los niños y sus padres pueden compartir sin peligro.
Estos centros pueden proveer orientación, clases y seminarios relacionados al cuidado y desarrollo de niños y niñas y promover los grupos de apoyo a los padres custodios participantes, así como desarrollar clases regulares designadas para asistir y orientar niños y niñas que han sido víctimas de violencia doméstica y abuso. Todo centro deberá cumplir con las leyes y reglamentos vigentes aplicables para su funcionamiento.