Nuestros niños y niñas son responsabilidad de todos. La familia es el centro de vida de todo niño y niña. Todos los niños y [las] niñas tienen el derecho a una familia que le brinde amor y las experiencias adecuadas para un desarrollo pleno. Por esto es de vital importancia que los padres, madres o encargados cuenten con las herramientas necesarias para brindar y lograr acceso a los servicios necesarios para sus hijos e hijas. Necesitamos familias activas y apoderadas de conocimientos para lograr lo mejor para sus niños y niñas.
Tanto el sector público como el sector privado, son importantes para lograr la implantación de la Política Pública para la Niñez en Edad Temprana. Partimos de la premisa que para lograr su implantación, es necesario incorporar el principio de una coordinación intersectorial eficiente de servicios y, más importante aún, el principio de corresponsabilidad a la gestión pública. El establecimiento de alianzas entre todos los sectores que, de una forma u otra, están involucrados con la niñez en edad temprana es absolutamente necesario.
Asumir la responsabilidad de nuestros niños y niñas es vital para lograr su desarrollo óptimo y un despegue ventajoso hacia las otras etapas de su vida. El fin principal al declarar esta política pública es desarrollar y establecer una visión clara y un sistema coordinado de servicios para la niñez en edad temprana, que se fundamente en los principios aquí esbozados y que reconozca que nuestros niños y niñas tienen derecho a más y mejores oportunidades que le permitan un desarrollo pleno.
Reconocemos que este esfuerzo por nuestros niños y niñas no puede ser exitoso si no contamos con la colaboración de los miembros claves de todos los sectores que, de una forma u otra, conviven o trabajan día a día con esta niñez: la familia, el gobierno central, el gobierno municipal, las organizaciones comunitarias y la Academia, entre otros.
Al implantar la Política Pública para la Niñez en Edad Temprana, aspiramos a contar con lo siguiente: administradores públicos que puedan lograr su implantación de esta de forma eficiente; un organismo integrador que apoyará la implantación, que establecerá las prioridades, que promoverá y facilitará la colaboración entre todas las agencias que administren programas y servicios para nuestra niñez, de manera que colaboren en la toma de decisiones y el ofrecimiento de servicios; estadísticas actualizadas sobre todos los aspectos relacionados con la niñez en edad temprana; familias apoderadas de conocimientos que brinden un ambiente de apoyo en el que se promueva el desarrollo y las relaciones positivas y saludables; niños y niñas con servicios de salud accesibles y adecuados; más y mejores programas de cuidado preconceptivo, prenatal y perinatal; programas de cuidado, desarrollo y educación para la niñez en edad temprana de calidad; profesionales debidamente preparados en las áreas relacionadas al servicio a estos niñas y niños, de forma tal, que éstos cuenten con experiencias pertinentes y enriquecedoras; programas de adiestramiento, capacitación y educación en áreas relacionadas con la educación temprana; ambientes de recreación para la niñez en edad temprana; programas de cuidado, desarrollo y educación que cuenten con currículos y prácticas apropiadas al desarrollo de los niños y niñas; currículos que incluyan el juego, el arte, la cultura, buenas prácticas de salud y nutrición, entre otros; ambientes seguros para nuestros niños y [las] niñas, donde puedan disfrutar y desarrollarse adecuadamente y libre de riesgos; alianzas con el sector comunitario y privado para el desarrollo de programas para la niñez en edad temprana; apoyo a los gobiernos municipales y a las organizaciones comunitarias en el desarrollo de programas dirigidos a la niñez en edad temprana; apoyo a las familias en su rol protagónico como los primeros educadores de sus hijos e hijas; servicios de apoyo a la familia tales como cuidado y desarrollo del niño, programas de educación a padres para la crianza, utilización de visitas al hogar como técnica de intervención, entre otros.