Toda persona que a sabiendas arrojare o pusiere, o que hiciere o permitiere arrojar o poner en algún río, raudal, canal u otra agua corriente, o en algún lago, o en el mar dentro de una distancia de diez millas de la costa, el cadáver de algún animal muerto de enfermedad, o que se hubiere sacrificado como enfermo o sospechado de estar enfermo, será considerada incursa en misdemeanor y, convicta que fuere, sufrirá una multa máxima de doscientos dólares [($200)], o reclusión en cárcel por un mes, o ambas penas de multa y cárcel.