Antes de empezar a ejercer su cargo deberá el administrador proceder a formar un inventario y avalúo de los bienes del ausente cuya administración le corresponda, ante el Tribunal de Primera Instancia que le hubiese nombrado o ante un notario público debidamente designado al efecto por aquél; y deberá prestar, además una buena y suficiente fianza por el importe del inventario, a satisfacción del Tribunal de Primera Instancia, para responder de los actos de su administración.