Si ocurriere en los efectos encargados a un comisionista alguna alteración que hiciere urgente su venta para salvar la parte posible de su valor, y fuere tal la premura que no hubiere tiempo para dar aviso al comitente y aguardar sus órdenes, acudirá el comisionista al juez o tribunal competente, que autorizará la venta con las solemnidades y precauciones que estime más beneficiosas para el comitente.